Es el compañero inexorable e infatigable, al que no debemos perder ni un segundo de nuestra vida...Es valioso e importante, pues cada hora o cada minuto perdido sin darle el valor que merece es como tirramos un girón de nuestra existencia.
"Se me está acabando el tiempo"... como diria la Dra. Niní Trevi..., sí, ...eso es muy cierto... y como no sabemos ¿cuanto? se nos tiene permitido utilizarlo, debemos emplearlo positivamente y no desperdiciarlo inútilmente.
Considerémonos afortunados mientras siga siendo compañero nuestro, pues dichoso aquél que dice: "Nací desnudo y desnudo moriré, la riqueza que llevo en el Alma y pensamiento..., ¡sólo esto!...a la tumba llevaré".
Desechemos los temores al fracaso, a la soledad e incertidumbre, iniciémos la batalla con entusiasmo y persistencia con amor y tenacidad en el trabajo, con aliento a nuestros seres queridos.
Vivámos nuestra vida intensamente, como si fuera el último día..., ¡No desmayemos! al caer, debemos levantarnos con más ánimo que nunca... y con férrea voluntad recuperemos el tiempo perdido.
Demos gracias a Dios por esta nueva oportunidad que nos brinda de darnos cuenta de cuán es importante es nuestro compañero "¡¡El Tiempo!!".
Maryen*
Ma. Emma Núñez
Julio 21/84
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