Supe que me amabas

Supe que me  amabas
Emma Núñez y su hija Mary

viernes, 2 de diciembre de 2011

El derecho a la vida


Madre..., en tus manos está el que llegue a ver la luz..., o me quede para siempre
perdido en las tinieblas de la nada....

Tuve la oportunidad de poner en práctica algunos de los conocimientos
adquiridos en este gra Colegio Nacional de Penthatletas, sobre
relaciones humanas, como el del entusiasmo y persistencia con mayor seguridad
en mi misma, para proyectarlo a los demás con el único afán de dar un servicio
desinteresado.

La muchacha que hace la limpieza en el lugar de trabajo, me comentó
hace algunos días que al parecer estaba en espera de un bebé, pero no
deseaba tenerlo, incluso ya había tomado varias cosas y se había aplicado
inyecciones también, por lo que su estado era delicado; me sorprendió bastante
la forma tan desesperada y el afán de querese deshacer de él a como diera
lugar... ¡Como si mese pequeñito Ser que llevara dentro fuese algo repulsivo!

Sentimientos encontrados latieron dentro de mi, trataba de convenserla y de
hacerle ver que era igual que si matara o... asesinara a sangre fría;...
fueron varios días de intensa tregua para hacerla recapacitar...¡Dominga!...
Si Dios le ha dado la vida... no se la quites... ya vez,... a pesar de todo
lo que haz hecho para evitar que nazca, no se ha de morir sólo porque tú lo
quieres... ¡Cuídate, ... quiérelo,... ámalo... siente y escucha cómo palpita
dentro de tí... piensa en cómo será cuando lo tengas en tus brazos.

¡¡No,... No,...!! decía... no lo quiero y obstinada seguía con lo mismo...
luego... Está bien lo voy a tener pero lo voy a regalar,... Si así lo quieres
muy bien,... pero me lo das a mi, yo lo quiero y lo voy a cuidar como si fuera
mío... Así se fue tranquilizando un poco, la acompañé al doctor... pero
nuevamente se obstinaba y decía... ¡¡No sé como le voy a hacer pero lo voy a
tirar, yo no lo puedo cuidar, yo no lo puedo cuidar, no lo quiero!!

¡¡Dominga... déjame cuidarlo desde ahora, por favor no dejes que muera...
No sabes cuántas mujeres darían todo lo que tienen con tal de que Dios les
mande un hijo,... que sería una bendición para ellas... y sufren lo que no te
imaginas porque ven que otras si los pueden tener y ellas no.

Dale gracias y pídele perdón, él te va a ayudar... tampoco es necesario que
que me lo regales, entre las dos lo pòdemos cuidar,... si quieres te vas a
vivir conmigo.

Su semblante cambió,... se le iluminaron los ojos y con su sonrrisa de siempre,
me dice ahora que falta mucho tiempo para que nazca y ya quiere verlo para
saber si será güerito o prietito...

¡Para el que se aplica a lo que es bello,
también bello es sufrir las consecuencias
que le es preciso sufrir!
Sócrates.

¡La persistencia , el entusiasmo y el servicio
desinteresado, dan buenos frutos
y grandes satisfacciones!

Maryen